El instituto
Postal Dominicano (Inposdom) trabaja en un ambicioso proyecto que
pretende reformar el sistema de direcciones y códigos, con el fin de
alcanzar mayor eficiencia en los tiempos de localización y entrega, y
así aprovechar el potencial logístico de esta herramienta en el
intercambio comercial y la inclusión financiera.
Así lo informó Modesto Guzmán, director del Inposdom,
acompañado de Muhammad Benten, presidente de la Oficina de Correos de
Arabia Saudita, con quien estableció alianzas estratégicas para
intercambiar experiencias que favorezcan la gestión de correos de ambos
países.
La intención final del Inposdom es lograr que se pueda
implementar un método de códigos que ofrezca mayor exactitud y permita
localizar fácilmente cualquier lugar, sin la necesidad de valerse de la
aproximación, como sucede actualmente.
No obstante, Guzmán reconoce que estos planes implican muchos esfuerzos junto a los ayuntamientos, especialmente.
Según Beten el correo es más que el envío y recepción de
cartas, es un sistema con el potencial de incidir sobre múltiples
aspectos, gracias a la localización clara de cada lugar y persona. Entre
ellos la economía y las políticas públicas.
Beten entiende que el correo tiene el potencial de
realizar grande contribuciones a en un mundo que tiende a acortar
distancias distancias y tiempo. Es por ello que toma como ejemplo la
gestión eficiente y organizada de las oficinas de correos de Estados
Unidos y otros países desarrollados de Europa. “Se estima que en 2020 el
intercambio electrónico representará más del 70% del comercio. Pero si
no tienes un buen correos que pueda repartir los bienes con una buena
conexión electrónica, nunca tendrás comercio electrónico”, afirmó.
Oportunidad de negocio
Según Modesto Guzmán, la
visita de su par árabe tiene dos puntos como objetivos fundamentales:
el acercamiento entre las oficinas de correos de dos países tan
distantes y exploración de las posibilidades de desarrollar comercio
electrónico entre República Dominicana y Arabia Saudita.
El aspecto comercial del acercamiento se enfoca en las posibilidades de desarrollar el intercambio de artesanía autóctona de ambos
países. “Este comercio electrónico lo pretendemos enfocar inicialmente
en la pequeña y mediana empresa con productos que reflejen las raíces
culturales de ambos países que se venden por internet”, a través de los
servicios de las oficinas de correos.
Estos esfuerzos del gobierno árabe tienen como objetivo la
construcción del “correo del futuro”, uno que permitirá que la gente
tenga que salir de casa para comprar, vender o cualquier otro trámite en
ciudades cada vez más hostiles y congestionadas.
Gran parte de los sistemas de correos del mundo comparten
una problemática común y es que mucha gente circunscribe al correo
exclusivamente en el servicio y envío de cartas. Es por ello que se
necesita educar a la población para que pueda visualizar este servicio
de manera más amplia y así aprovechar todas las ventajas que supone su
uso.
Una de las razones por la que esto sucede es el avance que
han experimentado las tecnologías de mensajería instantánea, desde la
aparición del correo electrónico.
“No solamente somos cartas, somos una infraestructuras
para los países. Es estructura económica, social, estructura de
seguridad”.
La infraestructura de redes es uno de las más valiosas
posesiones del correo, la que le sirve para implementar la estrategia
logística necesaria para comunicarse eficazmente con toda la población.
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EL EJEMPLO DE ARABIA SAUDITA REFORMAS:
Muhammad Benten ha sido un eslabón de gran importancia para convertir a
la oficina de correos de Arabia Saudita en una institución eficiente.
Para empezar la organización de las direcciones fue uno de
los mayores retos, en un país donde la gente acostumbraba a dar
referencias de lugares cercanos para llegar a un punto determinado.
Pero ahora pueden encontrar casa en Google Maps, o cualquier navegador. Crearon un sistema exacto de numeración de las casas.
Gracias a la aplicación de modelo han obtenido diversos premios de organismos internacionales.
Arabia Saudita cuenta con grandes tiendas que venden sus
productos a gente de áreas remotas en sus más dos millones de kilómetros
cuadrados. La gente no necesariamente necesita de una computadora con
acceso a internet para comprar, sino que puede hacer sus pedidos a
través de su oficina de correos más cercana, los que luego les son
entregados en sus hogares.